Una transfusión de sangre es la transferencia de sangre o de uno de sus componentes desde una persona sana (donante) a una persona enferma (receptor). Se efectúan para aumentar la capacidad de la sangre para transportar oxígeno, restaurar el volumen de sangre del cuerpo y corregir problemas de la coagulación.
La transfusión de componentes sanguíneos y derivados plasmáticos continúa ocupando un lugar prominente en la medicina del siglo XXI. Actualmente se han logrado grandes niveles de seguridad; sin embargo, como otras muchas medidas terapéuticas, las transfusiones siguen presentando riesgos potenciales, que solo pueden ser minimizados si todas las actividades relacionadas con ella, se realizan siguiendo protocolos de trabajo bien definidos sobre la base de preservar al máximo, la seguridad de donante y receptor. La transfusión de sangre o hemoderivados, solo se indicará cuando se estime que los beneficios de uso, superan los riesgos.
La mayoría de los incidentes adversos relacionados con la administración de hemoderivados, está en estrecha relación con errores en la identificación del paciente.
Tales errores casi siempre tienen que ver con deficiencias en la identificación del paciente, de las muestras de sangre que se envían al servicio de transfusiones para las pruebas de compatibilidad o de la bolsa de sangre. Los más graves ocurren precisamente en el entorno de la cabecera del paciente y en el momento de administrar la transfusión: cuando la bolsa de sangre dirigida a un paciente acaba siendo transfundida a otro distinto.
El personal de enfermería, tiene un papel crucial en el proceso de transfusión de hemoderivados, y debe conocer los pasos más relevantes de dicho proceso;
- Petición de transfusión por parte de un facultativo .
- Extracción sanguínea para pruebas cruzadas ASEGURAR IDENTIFICACIÓN INEQUÍVOCA del paciente (COMPROBAR nombre, apellidos y al menos, la fecha de nacimiento).
- Identificación de la muestra; Se rellenará a mano nombre, apellidos, NHC, la fecha de extracción y la firma de quien la realiza. La pulsera irá a la muñeca del paciente, la pegatina del nombre al tubo de hemograma y el resto de códigos se pegarán en la hoja de petición y se devolverán junto al hemograma, al banco de sangre.
- Registro en programa "e-delphi".
Para poder cerrar la ventana del inicio de tranfusión, debemos introducir las constantes vitales del paciente solicitadas (tomadas en ese momento); TA, FC y Tª y "grabar".
ESTE PROCESO SE REALIZA CON CADA BOLSA A TRANSFUNDIR.
- INTERRUMPIR LA TRANSFUSIÓN.
- MANTENER LA VÍA VENOSA.
- AVISAR A MÉDICO RESPONSABLE.
- EVALUAR LOS SIGNOS VITALES DEL PACIENTE.
Aquí os dejamos una infografía resumen de la actuación ante una "reacción transfusional";
¡IMPORTANTE!
SIEMPRE COMPROBAR IDENTIFICACIÓN INEQUÍVOCA DEL PACIENTE.
VELOCIDAD DE INFUSIÓN.
En los PRIMEROS 15 MINUTOS la administración debe ser MÁS LENTA, y con control estricto del personal de enfermería. Ya que es en este periodo cuando se detectan más frecuentemente las reacciones hemolíticas agudas.
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