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Prevención de UPP


 Las úlceras por presión (UPP) constituyen un grave problema de salud pública por el impacto sobre la morbimortalidad y la calidad de vida de las personas. Son un efecto adverso de la atención sanitaria y se utilizan como indicador de calidad de cuidados, siendo uno de los indicadores que mide el SMS.

El modo más eficiente para afrontar el incremento de este tipo de lesiones es la PREVENCIÓN.

Actualmente, y pese a todos los mecanismos de los que disponemos en el medio hospitalario para evitar o disminuir su aparición, sigue existiendo una gran variabilidad en la aplicación de las medidas de prevención, mostrándose en varios estudios que, menos de la mitad de los pacients de riesgo, reciben las medidas de prevención correctas.

DEFINICIONES

Úlcera por presión (UPP): La úlcera por presión es una lesión de la piel, producida secundariamente a un proceso de isquemia, que puede afectar y necrosar aquellas zonas de la epidermis, dermis, tejido subcutáneo y músculo donde se asientan, incluso pudiendo llegar a afectar articulación y hueso. Por lo general, se producen, como resultado de la presión, o la presión en combinación con la cizalla. En ocasiones, también pueden aparecer sobre tejidos blandos sometidos a presión externa por diferentes materiales o dispositivos clínicos. En  2016, el Grupo Consultivo Nacional para las Úlceras por Presión de EEUU (NPUDP) sustituye el “ÚLCERA POR PRESIÓN”, por “LESIÓN POR PRESIÓN”.

Presión: Fuerza que actúa perpendicular a la piel ejercida por la propia fuerza de la gravedad del cuerpo provocando un aplastamiento tisular entre dos planos, uno perteneciente al paciente, y otro externo a él (sillón, cama, sondas,...)

Fricción: Fuerza tangencial que actúa paralelamente a la piel, produciendo roces, por movimientos o arrastres. Esta fricción o roce entre la piel y un objeto externo al organismo (sábanas, catéteres,…), dan como resultado un aumento de la temperatura local, y por consiguiente la aparición de ampollas y la lesión de la epidermis.

Cizalla: Fuerza tangencial entre la piel y planos profundos.

Escalas de valoración del riesgo de desarrollar UPP: Una escala de valoración del riesgo de desarrollar úlceras por presión (EVRUPP), es un instrumento que establece una puntuación o probabilidad de riesgo de desarrollar úlceras por presión en un paciente, en función de una serie de parámetros considerados como factores de riesgo.

Superficies especiales para el manejo de la presión (SEMP): Son aquellas superficies que han sido diseñadas específicamente para el manejo de la presión, reduciéndola o aliviándola (como son camas, colchones, cobertores o cojines de asiento).
Incluye los colchones de espuma de alta densidad y los colchones/sobrecolchones de aire alternante/ colchón de baja presión continua. Es una ayuda técnica que ofrece una superficie conformada por celdas de aire que se inflan y desinflan secuencialmente y alivian la presión en diferentes sitios anatómicos durante periodos cortos; pueden incorporar o no, un sensor de presión. Son numerosos los modelos disponibles en el mercado y varían en sus características (motor, sensor de presión, etc).

Ácidos grasos hiperoxigenados (AGHO): Compuestos formados por un conjunto de ácidos grasos esenciales, obtenidos por un particular proceso de hiperoxigenación, que favorecen la restauración del film hidrolipídico, evitando la deshidratación cutánea y mejorando la microcirculación sanguínea. 

Productos barrera: Se considera como producto barrera a todos los preparados que protegen la piel de la humedad, orina, heces u otras sustancias tóxicas para ella, mediante un revestimiento impermeabilizante. Estos productos pueden presentarse en forma de pomadas y/o cremas y en sprays que forman una película de barrera no irritante; ambos son protectores cutáneos para el cuidado de la piel.

Alivio de presión: Capacidad de una superficie para disminuir la presión en el punto de contacto entre la superficie del cuerpo y la superficie de apoyo, y además mantiene la presión constantemente por debajo de la presión de cierre capilar.

Apósito: Material aplicado a las heridas con fines diversos como protección, absorción y drenaje.

¿QUÉ DEBEMOS HACER? :

1. IDENTIFICACIÓN DE PACIENTES DE RIESGO:

En el momento del ingreso identificaremos los pacientes de riesgo, para lo cual deben cumplir 2 ó más de los siguientes criterios:

- Edad mayor o igual a 75 años.

- Riesgo de UPP registrado en la valoración inicial.

- Tres o más necesidades que requieren ayuda o suplencia detectadas en la valoración inicial.

- Barthel menor de 60.

2. VALORACIÓN DEL RIESGO

Realizar una valoración completa de la piel del paciente, desde la cabeza hasta los pies, en el momento de su ingreso (nivel de evidencia IV).

Para la valoración del riesgo se utilizará una herramienta (EVRUPP) fiable (Braden/ Comhon), junto con el criterio clínico, para identificar los factores de riesgo, que se incorporarán en un plan de prevención (nivel de evidencia IV).

3. REVALORACIÓN DEL RIESGO:

Se realizará nueva valoración del riesgo con EVRUPP con escala validada (Braden) en los siguientes períodos: (nivel de evidencia IV). 

  1. Cada 7 días si no hay cambios, en pacientes sin riesgo (cada 72 horas en pacientes de UCI).
  2. Tras un hecho clínico relevante o cambio en su estado de salud.
  3. En el momento del alta

4. PLAN DE CUIDADOS:

Realizar la planificación e implementación de las posibles intervenciones por parte del profesional de Enfermería. El plan de cuidados incluirá; 

  • Diagnóstico del sujeto, según la normativa NANDA.
  • Si existe o no problemas de colaboración por parte del paciente o los familiares.
  • Informe de los resultados de Enfermería, según el código NOC.
  • Intervenciones de Enfermería, siguiendo la codificación NIC.

5. APLICACIÓN DE MEDIDAS PREVENTIVAS 

5.1.- CUIDADOS DE LA PIEL.

• Valorar el estado de la piel diariamente para identificar precozmente los signos de lesión causados por la presión, examinando especialmente las prominencias óseas para detectar si existen cambios en la coloración de la piel (nivel de evidencia IV)

• Vigilar dispositivos del paciente (sondas, mascarillas, gafas nasales, drenajes, vías centrales y periféricas, vendajes,…), para evitar la presión constante en una zona (nivel de evidencia IV)

• Realizar la higiene diaria con jabón neutro, agua tibia, y un aclarado cuidadoso, para mantener la piel limpia y seca (nivel de evidencia III)

• Utilizar jabones con potencial irritativo bajo sobre el ph de la piel (nivel de evidencia III)

• Hidratar la piel, después de un correcto secado, con cremas hidratantes (nivel de evidencia III)

• Aplicar ácidos grasos hiperoxigenados en todas las zonas de riesgo (nivel de evidencia III)

• No realizar masajes sobre las prominencias óseas (Nivel de evidencia IV)

• No utilizar productos alcohólicos (Nivel de evidencia III)

• Mantener las sábanas, empapadores y pañales secos y sin arrugas.

• Asesoramiento e implicación de la persona cuidadora en el plan de cuidados del paciente en riesgo de desarrollar UPP (Nivel de evidencia III)

5.2.- MANEJO DE LA HUMEDAD.

• Valorar y tratar con productos barrera aquellos procesos que puedan originar un exceso de humedad en la piel de las personas: incontinencia, sudoración profusa, drenajes y exudados de heridas (Nivel de evidencia III)

Asesoramiento e implicación de la persona cuidadora en el plan de cuidados del paciente en riesgo de desarrollar UPP (Nivel de evidencia III)

5.3.- MANEJO DE LA PRESIÓN.

• Valorar, documentar y manejar el nivel de dolor del paciente ya que interfiere en el proceso de movilidad y debe estar registrado en el plan de cuidados (nivel de evidencia IV).

• Proporcionar SEMP a todos los pacientes con riesgo de deterioro de la integridad cutánea (nivel de evidencia Ia). Seleccione el tipo de SEMP en función del riesgo y la situación clínica de la persona (de movilidad en la cama, etc.) y sus características antropomórficas (peso y talla).

• Las SEMP hay que considerarlas como un material complementario que no sustituye al resto de cuidados (movilización y cambios posturales)

• La frecuencia óptima del cambio de posición nos lo indicará la inspección diaria de la piel, se recomienda aumentar la frecuencia de los cambios posturales si persiste el cambio en la coloración de la piel (nivel de evidencia Ia).

• Los cambios posturales realizados de manera pautada cada dos horas disminuye drásticamente la incidencia de úlceras por presión (nivel de evidencia Ia). En pacientes con SEMP, el tiempo de realización de los cambios posturales puede aumentar hasta las cuatro horas.

• Valorar el grado de movilidad y elaborar un plan de cuidados que fomenta la movilidad y actividad del paciente. Vigilar la indicación del reposo en cama (nivel de evidencia III).

• En pacientes no autónomos, cambios posturales regulares según el nivel de riesgo detectado:

- Bajo riesgo: al menos un vez por turno

- Riesgo medio: cada 4 horas.

- Alto riesgo: cada 2 horas.

• Mantener el alineamiento corporal, la distribución del peso y el equilibrio. 

Los talones deben estar descargados de presión en todas las posiciones (nivel de evidencia III).

• Utilizar almohadas y cojines (ayudas técnicas) para reducir la superficie de contacto entre las prominencias óseas y las superficies de apoyo (nivel de evidencia III).

• Utilización de productos y apósitos para el alivio de la presión (nivel de evidencia III).

• Para evitar arrastre o cizallamiento utilizar dispositivos de elevación y/o deslizadores para efectuar las trasferencias (nivel de evidencia Ib).

• Movilizar frecuentemente zonas de fijación y apoyo de sondas, tubos y sistemas de oxigenoterapia.

• No elevar la cabecera de cama más de 30º, salvo contraindicación (nivel de evidencia IV).

• Valorar en todo momento la comodidad del paciente y mantener su posición lo más fisiológica posible. Evitar posturas de hiperflexión cervical, cifosis lumbar y pie equino.

• No utilizar rodetes ni flotadores como superficie de asiento o apoyo.

• Asesoramiento e implicación de la persona cuidadora en el plan de cuidados del paciente en riesgo de desarrollar UPP (Nivel de evidencia III).

5.4.- NUTRICIÓN E HIDRATACIÓN.

• Potenciar la ingesta oral del paciente. Si fuese insuficiente considerar otras medidas, administrando suplementos nutricionales (nivel de evidencia III).

CAMBIOS POSTURALES.

Como ya se ha reseñado, cobran vital importancia en la prevención de las lesiones por presión,  los "CAMBIOS POSTURALES".

Los cambios posturales son las modificaciones o variaciones realizadas en la postura corporal de la persona encamada, con el objetivo de evitar las complicaciones derivadas de la falta de movilidad.

La personas cambiamos de postura cuando estamos incómodos, en respuesta a la presión que sentimos en las diferentes zonas de apoyo. En el caso de personas dependientes (demencias,  pacientes encamados, etc), que no sienten esta presión, no pueden moverse, o no tienen la capacidad de realizar estos cambios de posición por ellos mismos, es donde cobra vital importancia el rol del cuidador,  ya que la falta de movilidad, unida a las características de la piel de las personas mayores, puede crear riesgos cutáneos y provocar la aparición de problemas en la piel como, por ejemplo, las úlceras por presión.


Un recordatorio útil de la realización de estos cambios en la postura del paciente, es el "RELOJ DE CAMBIOS POSTURALES". Reloj que permite crear de manera sencilla e intuitiva un sistema de control de cambios posturales de pacientes encamados y cuyo uso facilita el control de dichos cambios, por parte del profesional encargado de su cuidado.



También en nuestro hospital, contamos con diferentes SEMP (Superficies Especiales para el Manejo de la Presión). En la siguiente infografía, podemos ver los distintos colchones de los que dispone nuestro centro, algunas características importantes y las indicaciones según el grado de riesgo del paciente.



Las úlceras por presión (UPP) en el medio hospitalario son un grave problema sanitario donde la enfermera tiene una gran responsabilidad, dentro de su rol autónomo, ya que se estima que un 95% son evitables.

El personal de Enfermería tiene un papel determinante en la prevención de las UPP, 

¡debemos prestar especial atención a este problema e implementar las medidas adecuadas para evitar en lo posible la aparición delesiones por presión en nuestros pacientes!.



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