El cultivo de la herida solo debe realizarse para elegir mejor el tratamiento tras realizar un diagnóstico clínico de la infección de la herida basado en signos y síntomas o bien cuando se siga sospechando desde un punto de vista clínico la presencia de infección. La evaluación exhaustiva de la herida facilita la detección temprana y el tratamiento a tiempo de la infección. Así pues, resulta imprescindible que los clínicos comprendan los factores de riesgo asociados a las infecciones de heridas. Solo se debe recoger una muestra de la herida si se dan los signos y síntomas clínicos de infección. TIPOS DE MUESTRAS DE HERIDAS. Se pueden utilizar los siguientes métodos para recoger muestras de heridas y realizar análisis microbiológicos: ■ Biopsia de tejido o legrado ■ Aspiración de líquido de la herida (es decir, extracción de pus) ■ Desbridamiento de tejido viable de la base de la úlcera mediante desbridamiento cortante ■ Hisopado Si hay pus, la recomendación es que puede aspirarse con
El diagnóstico de las infecciones de heridas es una decisión clínica basada en la presencia de signos y síntomas de infección, incluidos los signos principales clásicos de calor, dolor, hinchazón, supuración, eritema y fiebre. Los resultados microbiológicos proporcionan información sobre la presencia o ausencia de microorganismos y permiten identificar los organismos y sus sensibilidades. El tratamiento antimicrobiano puede seleccionarse en función de las susceptibilidades de los patógenos concretos. Los marcadores inflamatorios elevados y los hemocultivos positivos también cuantifican la presencia de infección. Dado que todas las heridas están contaminadas por microorganismos (es decir, no todos los microorganismos contaminantes se asocian a efectos adversos), el cultivo de la herida solo debe realizarse para elegir mejor el tratamiento tras realizar un diagnóstico clínico de la infección de la herida basado en signos y síntomas o bien cuando se siga sospechando desde un punto de v